Las finas hojas del eneldo son más utilizadas a la hora de cocinar. Se pueden encontrar frescas y secas. Tiene un sabor muy potente por lo que debe utilizarse en pequeñas proporciones para que no reste protagonismo a otros ingredientes.
Su antiquísimo origen tiene lugar en la cuenca del mar Mediterráneo y Asia menor. Es en esta zona del mundo donde comienza la maravillosa historia de este ingrediente. Los egipcios eran asiduos consumidores, utilizándola incluso como ajuar en momificaciones de faraones. Siglos más tardes gracias a los movimientos comerciales entre griegos y romanos se comenzó a extender su uso por todo el mediterráneo y su difusión lo llevo a convertirse en una planta aromática muy popular no solo por sus dotes culinarias sino también por sus propiedades y usos medicinales.
Es un ingrediente básico en muchos países. Se pueden aprovechar las hojas, las flores y las semillas, principalmente en la elaboración de encurtidos en los que se incluyen las semillas. Su combinación con los pescados, principalmente con el salmón es muy conocida. También es fielmente recomendado para aderezar carnes blancas. En caso de utilizarse en platos cocinados, es recomendable incorporarlo casi al final de la cocción para que su aroma y sabor no se pierdan.
Calorías
, carbohidratos
, fibra
, sodio
, proteína
, Vitamina C
y B
, calcio
, hierro
, potasio
, magnesio
, fósforo
y manganeso
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